¿Qué es la pobreza? La etimología de la palabra es muy interesante.
Proviene de un término proto indoeuropeo: “Peh”… que significa poco, pequeño. En griego también significaba eso, poco y pequeño. En germano, el vocablo era “arm” y significaba solitario, aislado de la comunidad.
Ser pobre en la antigüedad no solo implicaba lo material. De hecho, la definición de “pobre” del famoso diccionario castellano publicado por Sebastián de Covarrubias en 1611 incluía el siguiente verso de Marcial (poeta del siglo I, DC, Roma): “No es pobreza, Néstor, no tener nada”.
El concepto de pobreza era más amplio. Mi corazón necesita, necesita amor, paz, estabilidad, seguridad, despliegue. Necesitamos, somos personas necesitadas… Necesitamos comer, tomar agua, dormir, necesitamos a los demás para vivir, para producir, uno no podría comer si no hubiera alguien produciendo comida… Entonces somos pobres TODOS, de alguna u otra forma. Esta condición entonces de vulnerabilidad nos une.
¿Qué FACIL PARA UN SEÑOR FEUDAL PENSAR ASI?
OJO: hace trescientos años no había mucha conciencia de la pobreza como desigualdad y con énfasis en lo material, sino como destino, como condición humana. El siglo XVIII carga todo a lo material, a lo racional. Si cargamos todo a lo material obviamente la pobreza se vuelve un problema económico, ahí entran el marxismo y el capitalismo.
El marxismo metiendo odio. El capitalismo metiendo egoísmo, indiferencia.
Ambas ideologías son hijas de la misma madre: el racionalismo del siglo XVIII, que creía que el ser humano podía conseguirlo todo, saberlo todo, conocerlo todo, lo cual es mentira, no ocurrirá nunca.
Para la pobreza económica hay soluciones pero la pobreza no puede ser una herramienta ideológica para que algunos tomen el poder. Utilizar al pobre, ponerlo como víctima, reducirlo a una estadística es inaceptable sobretodo si viene de quienes dicen defender al pobre.
El concepto de pobreza es mucho más rico, más espiritual y hasta positivo.